Historia
lunes, 12 de septiembre de 2016
jueves, 1 de septiembre de 2016
tecnicas de estilismo
Los 7 secretos para
ser un estilista exitoso
La peluquería es diseño. Ya sea que se corte el cabello, se
lo peine o se haga color. Los estilistas utilizan su creatividad y habilidades
técnicas para ofrecer un servicio profesional y creativo al cliente. Muchos
peluqueros pueden no ser conscientes de todas las decisiones respecto al diseño
que toman. Pero, como el pintor frente al lienzo, el estilista es un artista
del cabello, y debe aprender el lenguaje básico para luego adaptar sus
conocimientos apropiadamente a cada situación, dejando la marca de su estilo
personal. El profesional debe sentirse seguro de poder atender a cualquier
persona que entre a su salón, ya sea una clienta de avanzada edad que quiere
una permanente, o el joven audaz que quiere el último grito de la moda.
Para poder adaptarse, es importante que el estilista esté
abierto a perfeccionar y expandir sus habilidades técnicas para ofrecer un
servicio completo en conjunto con saberes de otras áreas de la moda, orientadas
a la creación de la imagen total. Esta es la única manera que tiene el
profesional de ganar reconocimiento y demostrar que es, de hecho, un diseñador
creativo del cabello, y puede competir en este mundo de modas tan cambiantes.
En primer lugar, el peluquero debe estar al tanto de las últimas tendencias, le
gusten o no. Y en segundo lugar, debe adaptarse a las nuevas ideas que impone
el mercado, pero a la vez ser él mismo innovador y creador de nuevas tendencias
y técnicas. Es conocido el dicho que dice “si ignoras el mundo a tu alrededor,
el mundo, indudablemente, te ignorará a ti”. Es decir, si no se tiene en cuenta
lo que pasa más allá de la puerta del salón, se pierden posibilidades de atraer
nuevos clientes y expandir el negocio. A continuación, un pantallazo por las 7
nociones básicas que debe tener en cuenta un estilista para destacarse en su
profesión y alcanzar el éxito.
Diseño
Los principios básicos del diseño ayudan al peluquero en situaciones prácticas, y le permiten seguir desarrollando su creatividad, la performance de su salón y afirmar su credibilidad. El diseño básico es esencial para una clara conciencia de las líneas, formas, proporciones, balance, y patrones de creación. Esto se extiende a cualquier tarea creativa que el estilista realiza, incluyendo análisis del cabello, corte, secado, peinado. Una vez que el profesional adquirió conocimientos básicos de diseño, ellos pueden ser utilizados como disparadores de muchas ideas e innovadoras creaciones.
Muchas veces los jóvenes que dan sus primeros pasos en la profesión tienden a especializarse y tomar solamente los conocimientos que están directamente relacionados con la peluquería. Ellos deben recordar que tomar y aceptar información de otras disciplinas puede enriquecer muchísimo su trabajo, a la vez que les brinda una variedad de vocabulario y una gama de conocimientos muy amplia, que destacará su estilo personal reforzando su marca en la visión de los clientes.
Los principios básicos del diseño ayudan al peluquero en situaciones prácticas, y le permiten seguir desarrollando su creatividad, la performance de su salón y afirmar su credibilidad. El diseño básico es esencial para una clara conciencia de las líneas, formas, proporciones, balance, y patrones de creación. Esto se extiende a cualquier tarea creativa que el estilista realiza, incluyendo análisis del cabello, corte, secado, peinado. Una vez que el profesional adquirió conocimientos básicos de diseño, ellos pueden ser utilizados como disparadores de muchas ideas e innovadoras creaciones.
Muchas veces los jóvenes que dan sus primeros pasos en la profesión tienden a especializarse y tomar solamente los conocimientos que están directamente relacionados con la peluquería. Ellos deben recordar que tomar y aceptar información de otras disciplinas puede enriquecer muchísimo su trabajo, a la vez que les brinda una variedad de vocabulario y una gama de conocimientos muy amplia, que destacará su estilo personal reforzando su marca en la visión de los clientes.
Color
También es importante aprender los principios básicos de la teoría del color, para utilizar con confianza la tintura en el salón y pensar la decoración de la peluquería. Resulta muy fácil hacerle color a un cliente con tarjetas de registro de color, es un trabajo puramente técnico y no permite desarrollar la creatividad. Para exhibir el talento creativo y encontrar el color perfecto para el cliente, es necesario tener un entendimiento comprensivo del color. No sólo brindará confianza al cliente, sino que el profesional tendrá un trabajo mucho más certero.
El estilista está constantemente tomando decisiones acerca del color. Elige un color cálido o frío según el tono de piel del cliente, mezcla tintes de color, aplica colores al cabello, neutraliza colores, aconseja al cliente en la elección de tonos, y aún en el diseño del salón se piensa el color de las luces y de la decoración.
También es importante aprender los principios básicos de la teoría del color, para utilizar con confianza la tintura en el salón y pensar la decoración de la peluquería. Resulta muy fácil hacerle color a un cliente con tarjetas de registro de color, es un trabajo puramente técnico y no permite desarrollar la creatividad. Para exhibir el talento creativo y encontrar el color perfecto para el cliente, es necesario tener un entendimiento comprensivo del color. No sólo brindará confianza al cliente, sino que el profesional tendrá un trabajo mucho más certero.
El estilista está constantemente tomando decisiones acerca del color. Elige un color cálido o frío según el tono de piel del cliente, mezcla tintes de color, aplica colores al cabello, neutraliza colores, aconseja al cliente en la elección de tonos, y aún en el diseño del salón se piensa el color de las luces y de la decoración.
Visagismo
Existen otras cuestiones que influencian el diseño del cabello, y ahí entra en juego la forma de la cara, y los rasgos físicos. El arte del visagismo toma su lugar. El rostro es lo primero que vemos de una persona, es carta de presentación, y también habla de nosotros. Pero son pocos los profesionales de la belleza que se tomaron el tiempo de aprender técnicas para interpretarlo y corregir determinadas facciones con la ayuda del maquillaje, el corte y el peinado. Fue el estilista francés Claude Juillard quien creó el visagismo, un método de comunicación y análisis estético para realzar la belleza de cada persona. Este incluye un conjunto de técnicas mediante las cuales se realiza un estudio detallado de las formas, volúmenes y líneas faciales del rostro, para luego adaptar las posibilidades del make-up y del estilismo a la cara y tonalidad de la piel. El estilista debe tener conocimientos de visagismo, para poder explicar suficientemente los efectos de un corte o de un color en el rostro.
Existen otras cuestiones que influencian el diseño del cabello, y ahí entra en juego la forma de la cara, y los rasgos físicos. El arte del visagismo toma su lugar. El rostro es lo primero que vemos de una persona, es carta de presentación, y también habla de nosotros. Pero son pocos los profesionales de la belleza que se tomaron el tiempo de aprender técnicas para interpretarlo y corregir determinadas facciones con la ayuda del maquillaje, el corte y el peinado. Fue el estilista francés Claude Juillard quien creó el visagismo, un método de comunicación y análisis estético para realzar la belleza de cada persona. Este incluye un conjunto de técnicas mediante las cuales se realiza un estudio detallado de las formas, volúmenes y líneas faciales del rostro, para luego adaptar las posibilidades del make-up y del estilismo a la cara y tonalidad de la piel. El estilista debe tener conocimientos de visagismo, para poder explicar suficientemente los efectos de un corte o de un color en el rostro.
Moda
La peluquería es una parte vital del mundo de la moda. Siempre ha sido un ingrediente que ayudó a crear nuevas imágenes o looks. Recordemos a principios de los años ’60 cuando la diseñadora británica de moda Mary Quant creó la minifalda. El éxito de Quant fue acompañado por el hecho de que el ascendente estilista Vidal Sassoon había diseñado un peinado específico que combinaba a la perfección con la mini. Juntos, ambos artistas crearon un nuevo look andrógino en la famosa modelo Twiggy, que desde entonces tomó popularidad universal. El potencial que tiene la peluquería en el ámbito de la moda debe ser realmente tomado en serio.
Los estudiantes de peluquería, así como los estudiantes de moda, deben tener un conocimiento básico de cómo fueron las modas a lo largo de la historia. Es sólo con esta información que ellos podrán crear nuevas adaptaciones de viejas ideas y empezar a innovar el mundo de la moda. Los egipcios son un buen punto de comienzo para analizar la historia de la moda. Ellos eran sofisticados y muy conscientes de su apariencia y ejercieron gran influencia en períodos posteriores.
La peluquería es una parte vital del mundo de la moda. Siempre ha sido un ingrediente que ayudó a crear nuevas imágenes o looks. Recordemos a principios de los años ’60 cuando la diseñadora británica de moda Mary Quant creó la minifalda. El éxito de Quant fue acompañado por el hecho de que el ascendente estilista Vidal Sassoon había diseñado un peinado específico que combinaba a la perfección con la mini. Juntos, ambos artistas crearon un nuevo look andrógino en la famosa modelo Twiggy, que desde entonces tomó popularidad universal. El potencial que tiene la peluquería en el ámbito de la moda debe ser realmente tomado en serio.
Los estudiantes de peluquería, así como los estudiantes de moda, deben tener un conocimiento básico de cómo fueron las modas a lo largo de la historia. Es sólo con esta información que ellos podrán crear nuevas adaptaciones de viejas ideas y empezar a innovar el mundo de la moda. Los egipcios son un buen punto de comienzo para analizar la historia de la moda. Ellos eran sofisticados y muy conscientes de su apariencia y ejercieron gran influencia en períodos posteriores.
Fotografía
Un buen estilista debe conservar registros de sus trabajos. Los nuevos estilos creados en el salón o en la escuela donde el estudiante realiza su entrenamiento, deben ser registrados como evidencia de su potencial artístico y habilidades técnicas. Una vez que el corte o peinado se realizó, y el cliente abandonó el salón, no quedan rastros de la creatividad desplegada. Por lo que, a menos que se fotografíe, se habrá perdido para siempre. Además, deben programarse sesiones fotográficas periódicas de los trabajos realizados en estudio por fotógrafos profesionales.
La cámara es una herramienta muy útil para el peluquero y debería ser aprovechada. Es necesario tener conocimientos básicos del funcionamiento de la cámara, luces apropiadas y composición, para producir looks con un resultado de calidad profesional.
Tener un portfolio con estilos creativos realizados incrementa la confianza y credibilidad en el estilista. Además, es un incentivo en el salón ya que crea una atmósfera de trabajo profesional y de calidad.
Por otra parte, las imágenes sirven para promocionar el salón en ferias y revistas de belleza alrededor del mundo. Existen diferentes requerimientos según la revista para ser publicada, pero en general se puede consultar con los medios de interés el tamaño y calidad solicitada. Uno de los más conocidos usos de la fotografía en peluquería es el “Paso a Paso”, en donde vemos a la modelo “Antes” y “Después” del cambio de estilo. Allí se puede apreciar la técnica desplegada por el profesional, viendo los resultados de su trabajo artístico.
Por último, la fotografía tiene un papel fundamental en las colecciones que debería realizar todo estilista para acceder a premios y otros mercados. Los grandes maestros de la peluquería realizan anualmente dos colecciones, una de primavera-verano, y otra de otoño-invierno, con sus propuestas para cada nuevo año. Esta es una forma de mantener al público expectante sobre las nuevas tendencias, y seguir posicionándose en el mundo de la belleza.
Un buen estilista debe conservar registros de sus trabajos. Los nuevos estilos creados en el salón o en la escuela donde el estudiante realiza su entrenamiento, deben ser registrados como evidencia de su potencial artístico y habilidades técnicas. Una vez que el corte o peinado se realizó, y el cliente abandonó el salón, no quedan rastros de la creatividad desplegada. Por lo que, a menos que se fotografíe, se habrá perdido para siempre. Además, deben programarse sesiones fotográficas periódicas de los trabajos realizados en estudio por fotógrafos profesionales.
La cámara es una herramienta muy útil para el peluquero y debería ser aprovechada. Es necesario tener conocimientos básicos del funcionamiento de la cámara, luces apropiadas y composición, para producir looks con un resultado de calidad profesional.
Tener un portfolio con estilos creativos realizados incrementa la confianza y credibilidad en el estilista. Además, es un incentivo en el salón ya que crea una atmósfera de trabajo profesional y de calidad.
Por otra parte, las imágenes sirven para promocionar el salón en ferias y revistas de belleza alrededor del mundo. Existen diferentes requerimientos según la revista para ser publicada, pero en general se puede consultar con los medios de interés el tamaño y calidad solicitada. Uno de los más conocidos usos de la fotografía en peluquería es el “Paso a Paso”, en donde vemos a la modelo “Antes” y “Después” del cambio de estilo. Allí se puede apreciar la técnica desplegada por el profesional, viendo los resultados de su trabajo artístico.
Por último, la fotografía tiene un papel fundamental en las colecciones que debería realizar todo estilista para acceder a premios y otros mercados. Los grandes maestros de la peluquería realizan anualmente dos colecciones, una de primavera-verano, y otra de otoño-invierno, con sus propuestas para cada nuevo año. Esta es una forma de mantener al público expectante sobre las nuevas tendencias, y seguir posicionándose en el mundo de la belleza.
Marketing
En el salón es necesario emplear habilidades publicitarias para promocionar productos y servicios. Displays atractivos, publicidades que atrapen la mirada, y buenas fotografías, son los métodos más comunes utilizados para venderse. Sin embargo, el estilista debe, ante todo, ser un gran vendedor de sí mismo, es por eso que la gran mayoría de los profesionales tienen grandes habilidades para la venta. La confianza en los servicios brindados y los productos ofrecidos proyectan una gran confianza en la percepción del cliente.
En lo que respecta a la promoción de productos para la venta en el salón, conviene mantener un nivel de proporción balanceado entre displays e información escrita. La peluquería no es un supermercado, por lo que no debe atiborrarse de envases. Una buena combinación de productos e información, en un ambiente agradable y atractivo a la vista, permitirá el acercamiento espontáneo del cliente.
Las ofertas o promociones especiales son las noticias más comunmente desplegadas en las ventanas de los salones. Aunque muchas de éstas se consiguen comercialmente a través de las empresas fabricantes o distribuidoras, se pueden pensar estrategias sencillas de publicidad como disposición ingeniosa de los carteles en el espacio, o juegos con tipografías y palabras. El captar la atención resulta esencial, diciendo con pocas palabras lo justo y necesario.
En el salón es necesario emplear habilidades publicitarias para promocionar productos y servicios. Displays atractivos, publicidades que atrapen la mirada, y buenas fotografías, son los métodos más comunes utilizados para venderse. Sin embargo, el estilista debe, ante todo, ser un gran vendedor de sí mismo, es por eso que la gran mayoría de los profesionales tienen grandes habilidades para la venta. La confianza en los servicios brindados y los productos ofrecidos proyectan una gran confianza en la percepción del cliente.
En lo que respecta a la promoción de productos para la venta en el salón, conviene mantener un nivel de proporción balanceado entre displays e información escrita. La peluquería no es un supermercado, por lo que no debe atiborrarse de envases. Una buena combinación de productos e información, en un ambiente agradable y atractivo a la vista, permitirá el acercamiento espontáneo del cliente.
Las ofertas o promociones especiales son las noticias más comunmente desplegadas en las ventanas de los salones. Aunque muchas de éstas se consiguen comercialmente a través de las empresas fabricantes o distribuidoras, se pueden pensar estrategias sencillas de publicidad como disposición ingeniosa de los carteles en el espacio, o juegos con tipografías y palabras. El captar la atención resulta esencial, diciendo con pocas palabras lo justo y necesario.
Psicología
Los peluqueros realizan una contribución esencial a la autoestima de la mujer. Quieran o no, esto es una realidad que muchas representantes del sexo femenino podrán validar. Las mujeres van a la peluquería a buscar confianza, esperanza, deseo. El estilista con años de experiencia sabe que aquella mujer que ingresa al salón a primera hora de la mañana antes de entrar al trabajo está buscando la aprobación de su jefe, y por qué no, ganarse el respeto de sus pares. En cambio, si la mujer que llega a la peluquería lo hace 15 minutos antes del cierre en un día de semana, y sin ningún plan en vista, lo más probable es que algo haya sucedido en su vida para buscar un cambio drástico. Noviazgos, rupturas, duelos, nuevos trabajos, son entre otros, algunos de los motivos por los que un estilista puede recibir la visita de una clienta. Otro mundo aparte representan los hombres, que también requieren una especial atención. Si es un metrosexual en busca del cuidado estético periódico y nuevas tendencias, o el clásico cliente que simplemente quiere el cabello más corto porque le crece rápido.
Estudios psicológicos básicos del carácter humano pueden ayudar al profesional a vislumbrar la razón por la que su cliente acude a él. Sin embargo, lo más factible es que la experiencia diaria le brinde más pistas sobre este descubrimiento. Luego de escuchar atentamente al cliente, interpretar sus deseos y necesidades, y hacer una propuesta concreta del trabajo, el resto es mucho más fácil. Sabiendo a grandes rasgos quién es, y qué busca el cliente, el estilista le puede ofrecer su diseño personalizado.
Los peluqueros realizan una contribución esencial a la autoestima de la mujer. Quieran o no, esto es una realidad que muchas representantes del sexo femenino podrán validar. Las mujeres van a la peluquería a buscar confianza, esperanza, deseo. El estilista con años de experiencia sabe que aquella mujer que ingresa al salón a primera hora de la mañana antes de entrar al trabajo está buscando la aprobación de su jefe, y por qué no, ganarse el respeto de sus pares. En cambio, si la mujer que llega a la peluquería lo hace 15 minutos antes del cierre en un día de semana, y sin ningún plan en vista, lo más probable es que algo haya sucedido en su vida para buscar un cambio drástico. Noviazgos, rupturas, duelos, nuevos trabajos, son entre otros, algunos de los motivos por los que un estilista puede recibir la visita de una clienta. Otro mundo aparte representan los hombres, que también requieren una especial atención. Si es un metrosexual en busca del cuidado estético periódico y nuevas tendencias, o el clásico cliente que simplemente quiere el cabello más corto porque le crece rápido.
Estudios psicológicos básicos del carácter humano pueden ayudar al profesional a vislumbrar la razón por la que su cliente acude a él. Sin embargo, lo más factible es que la experiencia diaria le brinde más pistas sobre este descubrimiento. Luego de escuchar atentamente al cliente, interpretar sus deseos y necesidades, y hacer una propuesta concreta del trabajo, el resto es mucho más fácil. Sabiendo a grandes rasgos quién es, y qué busca el cliente, el estilista le puede ofrecer su diseño personalizado.
Evolución del Estilismo en la Prehistoria
Aunque no poseemos información suficiente para hablar con
exactitud de aspectos ornamentales y estéticos de esta época, sí sabemos que el
ser humano mostraba ya una imperiosa necesidad de diferenciarse no sólo por cuestiones
religiosas y sociales, sino también estéticas.
No hay pautas para la recreación de peinados porque
desconocemos realmenre cómo eran éstos; los únicos testimonios que poseemos son
los hallazgos de numerosas estatuillas, denominadas generalmente <<venus>>,
como, por ejemplo, la de Willendorf. Representa a una mujer de proporciones
voluminosas, completamente desnuda y muy alejhasa de nuestro ideal de belleza,
en la que podemos destacar algún detalle significativo. Su voluminosa cabeza,
que no refleja ni un solo rasgo de su fisionomía, está cubierta por una
masa de cabellos dispuestos en pequeños bucles, que nos muestra cierta
preocupación poe el adorno y del cuidado, que tanta importancia ha tenido en la
historia de la humanidad.
Publicado por Azahara Bello
CONCEPTO DE ESTILISMO
El concepto de estilo tiene su origen en el término latino
stilus. La palabra puede ser utilizada en diversos ámbitos, aunque su uso más
habitual está asociado a la apariencia, la estética o la delineación de algo.
Otro uso habitual de la noción de estilo refiere a la gracia
de una persona o cosa, centrándose en lo elegante o distinguida que parece:
“Juan tiene un estilo informal para vestirse”, “Te felicito: Lograste decorar
la casa con mucho estilo”.
Para la moda, el estilo es la tendencia o la corriente que
predomina en una cierta época. El estilo, en este sentido, está formado por
diversas cualidades y características.
Estilo también se utiliza en la informática: las hojas de
estilo en cascada (Cascading Style Sheets, CSS según sus siglas en inglés)
componen un lenguaje que se emplea para estipular cómo se presentará un
documento que ha sido desarrollado en XML, HTML o XHTML.
Cabe destacar también que el Fiat Stilo es un automóvil que
produce el fabricante Fiat y que fue presentado en julio de 2001.
El estilo en la literatura
La lingüística incluye una disciplina conocida como
estilística que se encarga de analizar cómo el lenguaje se utiliza a nivel
estético o artístico.
Al escribir, las palabras no bastan, deben ser colocadas de
una forma determinada a fin de darle al texto el carácter que se desea y
conseguir que el resultado de este trabajo sea satisfactorio.
Para poder desarrollar bien esta labor, por tanto, es
primordial que el escritor tenga una gran noción del vocabulario de modo que
sea capaz de conocer sus herramientas y de discernir qué palabra es adecuada
para cada línea; de todas formas, siempre debe contar con un diccionario a mano
para consultar cuando le sea necesario y realizar una labor más escrupulosa.
Otra de las cosas a las que un autor debe prestar especial atención es a la
utilización adecuada de los signos de puntuación. El problema principal en
ellos es que no hay reglas absolutas y que muchas veces se confunde esta
ambigüedad y se dan por concluidos textos que todavía deben ser muy trabajados.
Una frase que no es puntuada correctamente difícilmente pueda comprenderse. Es
importante también tener presente que la escritura es una forma de entrar en
contacto con otras personas; el lenguaje nos permite una comunicación que para
ser clara, concisa y natural precisa que el autor se encuentre con todos los
sentidos en ella e intente crear algo original y sencillo ante todo.
Todos los escritores tenemos un estilo, en algunos casos no
difiere en demasía del de ciertos autores con renombre, pero cada tanto ocurre
que aparece un escritor que se muestra auténtico, cuyo estilo si bien puede
tener similitudes con el de otros escritores, tiene características únicas.
Según Pascal cuando nos encontramos frente a un estilo
natural nos sentimos embelesados y asombrados, porque entonces en vez de
encontrarnos con un escritor nos estamos parando frente a un hombre o mujer.
Sin embargo es necesario aclarar que no necesariamente un estilo natural es
espontáneo, de hecho, algunos autores afirman que el lenguaje utilizado en la
espontaneidad es el el más artificioso, mientras que aquel que suena natural es
el producto de un arduo trabajo y no de una verborragia mal disimulada.
Es importante señalar también que uno de los retos de los
autores noveles es encontrar el estilo perfecto, propio, pero perfecto, que sea
único y que destaque por sobre los demás por el buen uso de los términos y por
la persecución de una retórica necesaria pero nunca empalagosa.
Para cerrar esta definición queremos hacer énfasis en que
dado que el término hace referencia a las características accidentarias de un objeto, acción o trabajo, dentro de este concepto pueden incluirse las
variaciones aquí citadas y muchas otras que de algún modo se encuentran
relacionadas con la definición básica de dicho concepto.
Autores: Julián Pérez Porto y Ana Gardey.
Historia del Estilismo
Historia del Estilismo
Prehistoria y Edad Antigua
La Prehistoria, fuente inagotable de mitos y leyendas, donde el pelo fue visto hace miles de años como un potente elemento mágico o ceremonial. En nuestros días, todavía algunas de las consideradas culturas primitivas (base de la mayoría de estudios sobre comportamiento social en la prehistoria) consideran que el alma de cada persona se encuentra en su cabello.
Edad Media
El declive del Imperio Romano dio paso a dos periodos de la historia totalmente contrapuestos: la Edad Media, en que la pobreza y la austeridad caracterizaron una sociedad eminentemente rural, falta de todo tipo de recursos y muy controlada por una religión casi asfixiante a la que se tenía más miedo que respeto, y el Renacimiento, una etapa donde se encontró un espacio más abierto al pensamiento y las Artes, en que se empezó a recuperar parte de la riqueza económica y cultural perdida durante el largo paréntesis medieval. El entorno de estas dos épocas se vio, evidentemente, reflejado en la estética y la moda de la sociedad del momento.
Renacimiento
El Renacimiento (s. XVI - s. XVIII)El culto a la belleza personal fue uno de los valores de la época clásica que se recuperaron durante el Renacimiento.El afloramiento de una nueva economía y el interés y preocupación por volver a un modelo de sociedad más civilizado hizo restablecer el valor del aseo y el cuidado personal. En la Corte se crea moda y aparecen otra vez especialistas del peinado que evolucionan en formas e ideas intentando recuperar los antiguos tocados de las épocas griegas y romanas.
La época del Barroco
Los siglos XVII y XVIII, fueron los de la riqueza decorativa, las exageraciones, la búsqueda del efectismo. Las clases privilegiadas se preocupaban más de aparentar que de ser y lo ostentoso equivalía a lo poderoso.Fueron tiempos de intrigas políticas y sociales. En la Corte se dedicaban más a las fiestas, los bailes y la diversión en general que a la política, lo cual supuso una etapa de monarcas despreocupados por los asuntos de Estado pero sumamente interesados en su apariencia física y todo lo relacionado con la belleza y la estética en general.
El Siglo XIX. Época de cambios
La Revolución Francesa y la Revolución Industrial marcaron, en todos los sentidos, el devenir de la Historia del mundo occidental.En la sociedad, ambas tuvieron una consecuencia clara: la sencillez era la línea a seguir en todos los sentidos para señalar la amplia distancia que separaba las nuevas costumbres de los antiguos excesos de la Corte.Así, las grandes pelucas y los abalorios de fantasía quedaron relegados por un largo periodo de tiempo.El siglo XIX marca con claridad el triunfo del capitalismo, el aumento de la población y las mejoras higiénicas, lo cual condujo a la creación de nuevas profesiones que jamás antes habían existido lejos de palacio.
El Siglo XX (1900-1930)
El pasado siglo fue el que dio el empujón definitivo a la peluquería profesional. A pesar de que ya había hecho sus primeros pinitos unas décadas antes, fue en el siglo XX cuando surgieron los salones de belleza dedicados exclusivamente al cabello, cuando estos se acercaron al pueblo, cuando los productos específicos dejaron de ser artesanales y aparecieron las grandes firmas, cuando hombres y mujeres decidieron dedicar parte de su presupuesto familiar a arreglar su peinado y cuando surgieron las escuelas y los estudios de peluquería.
El Siglo XX (1930-1960)
La época dorada de Hollywood, la de lo que hoy son los clásicos del cine, influirá en todos los aspectos de la moda. En peluquería, las grandes ondas en el más puro estilo Vivien Leigh, Maureen O´Hara o Rita Hayworth se convirtieron en el máximo exponente de la elegancia. Sin embargo, si un peinado creó escuela fue el llamado "Peek-a-boo-bang" consistente en una abundante masa de cabello rubio platino ondulado que tapaba un ojo, popularizado por uno de los grandes mitos del celuloide: Veronica Lake. Tal fue el éxito de su look que el Departamento de Guerra de los EEUU exigió a la Paramount la prohibición del célebre peinado de la diva, puesto que, según ellos, las chicas que trabajaban en las fábricas de armamento lo estaban imitando y, al llevar un ojo tapado, se estaban produciendo numerosos accidentes.
El Siglo XX (1960-1980)
En los años 60 y 70 se vive una auténtica revolución en lo referente a la moda del cabello. El peinado se convierte en una de las más características señas de identidad de cada persona, y especialmente los jóvenes lo convierten en el santo y seña de su grupo o "tribu urbana", de manera que les identifique con unos determinados ideales o convicciones, o les encuadre como seguidores de unas tendencias concretas.
Siglo XX (1980-2000)
En los años 80 empezó, sobre todo en mi país (Cuba), donde se gozaba de una recién estrenada democracia, el mundo tal y como lo conocemos hoy en día. Las dos últimas décadas del S.XX supusieron una introducción perfecta a la dinámica del siguiente milenio, y, en palabras de la obsesión estética se compagina con la victoria femenina sobre las grandes batallas sociales, políticas y personales.
El S.XXI. Los inicios del nuevo milenio
Los pocos años de este nuevo milenio marcan un camino en el mundo de la peluquería que ya había empezado a ser trazado en la última década del S.XX. La mezcla de culturas, de estilos, el cambio constante, el atrevimiento ante formas y colores ha abandonado las pasarelas y las páginas de las revistas y ha invadido las calles.
Autor:
Jorge Alberto Vilches Sanchez
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